¿Ya Has Oído?
Salmo 132:6 «He aquí, en Efrata oímos de ella; la hallamos en los campos del bosque.»
En nuestro texto de hoy, ¡David está buscando desesperadamente un lugar donde habite el Altísimo! Él anhela, más que dormir, encontrar un sitio y edificar un nuevo templo para que Dios pueda “reposar”. David siente que no tiene derecho a descansar hasta que Dios pueda hacerlo. Es en este contexto que lo vemos indicar el lugar donde él “oyó” hablar de “ese lugar” y luego lo “halló”.
Históricamente, sabemos que el Monte de Sion (la ciudad capital de Jerusalén durante el reinado de David) terminó siendo el lugar donde su hijo Salomón construyó el primer templo. También sabemos que Efrata (el lugar donde aparentemente escucharon hablar del sitio más adecuado para el templo) es otro nombre para Belén.
¿Por qué menciono esto? Lo menciono por las implicaciones proféticas del versículo seis. Así como David oyó del lugar del templo del Señor mientras estaba en Belén, también unos pastores que velaban por sus rebaños de noche (Lucas 2), en esa misma región, escucharon hablar del lugar del templo del Señor con el anuncio del nacimiento del Niño Cristo.
Escucha esto: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo.» ¿Lo captaste? El Evangelio sería para todo el pueblo. ¿Y dónde está el templo del Señor en esta era de la iglesia? ¡Exactamente! Está en “todo el pueblo” que invoca Su nombre con fe.
Además, nuestro texto dice: «…la hallamos en los campos del bosque.» En la Biblia, los campos a menudo simbolizan la recolección de almas para el Reino de Dios. La madera muchas veces representa la cruz de Cristo, por lo que puede decirse que nosotros, los que hemos sido recogidos o cosechados por las buenas nuevas de Cristo, nos hemos convertido en “los campos del bosque”, o dicho de otra manera, “el pueblo de la cruz”.
¡Qué maravilloso es ver a Jesús en cada rincón de la Palabra!
~ Pastor Gary Caudill
En nuestro texto de hoy, ¡David está buscando desesperadamente un lugar donde habite el Altísimo! Él anhela, más que dormir, encontrar un sitio y edificar un nuevo templo para que Dios pueda “reposar”. David siente que no tiene derecho a descansar hasta que Dios pueda hacerlo. Es en este contexto que lo vemos indicar el lugar donde él “oyó” hablar de “ese lugar” y luego lo “halló”.
Históricamente, sabemos que el Monte de Sion (la ciudad capital de Jerusalén durante el reinado de David) terminó siendo el lugar donde su hijo Salomón construyó el primer templo. También sabemos que Efrata (el lugar donde aparentemente escucharon hablar del sitio más adecuado para el templo) es otro nombre para Belén.
¿Por qué menciono esto? Lo menciono por las implicaciones proféticas del versículo seis. Así como David oyó del lugar del templo del Señor mientras estaba en Belén, también unos pastores que velaban por sus rebaños de noche (Lucas 2), en esa misma región, escucharon hablar del lugar del templo del Señor con el anuncio del nacimiento del Niño Cristo.
Escucha esto: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo.» ¿Lo captaste? El Evangelio sería para todo el pueblo. ¿Y dónde está el templo del Señor en esta era de la iglesia? ¡Exactamente! Está en “todo el pueblo” que invoca Su nombre con fe.
Además, nuestro texto dice: «…la hallamos en los campos del bosque.» En la Biblia, los campos a menudo simbolizan la recolección de almas para el Reino de Dios. La madera muchas veces representa la cruz de Cristo, por lo que puede decirse que nosotros, los que hemos sido recogidos o cosechados por las buenas nuevas de Cristo, nos hemos convertido en “los campos del bosque”, o dicho de otra manera, “el pueblo de la cruz”.
¡Qué maravilloso es ver a Jesús en cada rincón de la Palabra!
~ Pastor Gary Caudill